domingo, 27 de octubre de 2019

La mansión azul

5 de enero del 2019, nuestro primer y mítico viaje urbex a Portugal, era mediodía, nos dirigimos a la famosa mansión azul, nos adentramos en un bonito paseo por el bosque de un kilómetro aprox. hasta que llegamos a la fachada de la casa rodeada por uno de nuestros muchos enemigos: las zarzas, después de apartar unas cuantas, seguimos rodeando la casa hasta que llegamos a la entrada principal.
El único acceso disponible (en ese momento) era una ventana a un metro aprox. del suelo, pero solo estaba roto un rectángulo de 30x20 cm aprox. de esa ventana. 
Iba a ser chungo entrar y teníamos que hacer contorsionismo, pero ya que habíamos llegado hasta allí ibamos a entrar si o si (aunque nos quedaramos atascados y haciendo el chorizo parrillero XD) el tanque del equipo hizo su trabajo, nos cogió en brazos uno a uno,
primero entré yo, entré con los pies por delante, haciendo la croqueta y girando conseguí entrar, así sucesivamente hasta que entramos los cuatro, para salir fue otra odisea...
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Dicen que perteneció a un alto cargo del ejercito, él y su familia emigraron a Brasil, dejando la mansión en el olvido.
En la planta baja, nos dio a entender que era donde vivía el personal de servicio, con habitaciones más "pobres" con la cocina y un par de salones o salas de estar.
Una vez dentro nos encontramos con esto...









En la buhardilla había más estancias, también pudimios deducir que en años posteriores fuera una especie de hospdaje/hospital para personas del ejercito y su familia.








En la planta intermedia, se veía que había más poder adquisitivo.














Cuando fuimos nosotros nos encontramos el piano roto y tirado en el suelo, semanas antes, personas que no respetan nada lo habían destrozado...



Nos tiramos cerca de las tres horas metidos en aquella mansión, disfrutando de cada rincón.
A la hora de salir de la mansión, fue una autentica odisea, cada uno de nosotros nos quedamos atascados en la ventana a su manera, parecía que la casa estaba pariendo. Menos mal que la mansión estaba alejada de la civilización...
Dar las gracias a las personillas que estuvieron conmigo, sois geniales, sin vosotros no hubiese sido posible.
Espero que os haya gustado.
¡Nos vemos en la próxima entrada!



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